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martes, 7 de mayo de 2013

El sanatorio de Sierra Espuña

Un equipo de investigadores de lo paranormal capta psicofonías y fenómenos extraños en el antiguo sanatorio para tuberculosos de Sierra Espuña
Hospitales, manicomios, sanatorios, casas incendiadas... Las historias que acompañan a las leyendas y creencias populares casi siempre tienen como escenario edificios en los que se han producido tragedias y hechos dramáticos. En el corazón de Sierra Espuña se sitúa uno de estos edificios, un antiguo sanatorio para tuberculosos levantado hace más de un siglo y donde los enfermos eran trasladados para apartar esta terrible enfermedad, que en España mataba a 30.000 personas al año a principios del pasado siglo.



En este lugar se hacinaban los enfermos y los que morían eran sacados por la puerta trasera y apilados unos sobre otros a la espera de que los carreteros los trasladaran hasta el cementerio de Alhama de Murcia. Según cuentan personas del lugar, muchos de estos cuerpos se sacaban sin verificar que habían muerto. La masificación del sanatorio hacía que se optara por una limpieza de los enfermos más afectados para hacer hueco a los que llegaban. Las leyendas hablan de carreteros que saltaban del vehículo al escuchar terroríficos gritos de angustia y golpes procedentes de las cajas de los enfermos que aún estaban vivos.

A mitad del siglo XX parte del lugar fue transformado en colegio y albergue juvenil. Son muchas las historias que se han sucedido por personas que habitaron en su interior. Un grupo de investigadores de la Sociedad de Investigaciones Parasicológicas (SEIP), liderados por su presidente, Pedro Amorós, y por el coordinador en Murcia, Antonio Pérez, iniciaron hace dos años una investigación en el interior de este enigmático lugar decorado ahora con signos satánicos.

Este estudio ha visto la luz con la emisión en el programa Latidos Urbanos de varias imágenes y psicofonías captadas en el preventorio de Sierra Espuña. Según Antonio Pérez, las investigaciones surgieron a raíz de varios relatos de personas que estuvieron en este edificio. «Un antiguo vigilante del edificio me confirmó que en allí residía algo que no podía explicar. Se escuchaban voces y gritos procedentes del sótano, muebles que se movían solos, puertas que se cerraban o se abrían sin que hubiese nada de viento... Pero sobre todo, la continua sensación de pánico fue lo que hizo que dejara ese trabajo. ¿Nunca volveré allí!', me dijo».

Visiones fantasmalesLa investigación comenzó con la colocación de varias cámara de video en un pasillo donde aseguran «el fantasma de una mujer arrastra su cuerpo de una punta a otra», relata Pérez. Al fondo de este pasillo hay un agujero hecho en una pared que une la parte antigua y la reformada. «Colocamos una cámara y dos focos, y cuando terminamos, la puerta que hay en el fondo se cerró sola arrastrando una gran cantidad de cristales y piedras. El sonido fue estremecedor. Era imposible que se hubiese movido por el aire porque además de que estaba todo cerrado, a la puerta le falta el cristal del centro, por lo que no ofrecía resistencia alguna. Nosotros intentamos cerrar esta puerta con todos esos escombros y nos fue imposible». recuerda el coordinador de la SEIP en Murcia.

Además, los investigadores dicen haber tomado centenares de psicofonías en distintas dependencias del antiguo sanatorio. «Lo que más nos sorprendió es que en ocasiones no hacía falta escuchar varias veces las grabaciones. En muchos casos las voces que captábamos eran audibles en el momento de producirse el sonido. Nos gritaban que nos fuéramos de allí, en otras nos insultan y en otras hace referencia a las enfermedad que allí mataba a la gente. En una, por ejemplo, se escucha la palabra tísica, que era como antes se les llamaba a los enfermos de tuberculosis», señala Fran Márquez, investigador de la SEIP.

Durante su estancia en el sanatorio los miembros de la SEIP fueron testigo de otros sucesos a los que no encuentran explicación. «Escuchábamos las cisternas de los retretes funcionar, algo inexplicable porque allí no hay agua. También oíamos el ascensor», afirma Antonio Pérez. Voces en la parte superior del edificio, risas, pisadas... Sensaciones de pánico en un edificio que parece no haber dejado escapar las almas agonizantes que un día recorrieron sus pasillos en otros tiempos.


       
Si os ha gustado,mirar estos 2 videos del seip muy buenos:
-sanatorio sierra espuña investigacion grupo seip 1ª parte
-sanatorio sierra espuña investigacion grupo seip 2ª parte

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